Señores pasajeros, bienvenidos a bordo
Este será un vuelo breve y en pocos minutos habremos alcanzado apaciblemente nuestro destino; la atención de la audiencia cuando hablamos en público.
Afortunadamente, en el vuelo de hoy serviremos un truco fácil de aplicar pero efectivo como pocos.
Lo cual quiere decir, que no hará falta tirar de ingenio y creatividad para ganarse esa atención del público, incluso en las situaciones de menor atención por parte de este.
Aunque siempre es una opción…
Atención, divino tesoro
Para hablar en público hace falta un público, pero en realidad la frase es incompleta, porque en realidad hace falta un público que te esté escuchando.
Pero las distracciones son muchas, nuestra capacidad de atención cada vez es menor, y para más inri, cabe la posibilidad de que tu público caiga en las garras de la sordera involuntaria, y ¡puf!…no se supo más de su atención.
Y recuerda que si muestras diapositivas cargadas de texto, el público que lee, no te escucha.
Hay varios recursos que consiguen mantener esa atención de tu audiencia a lo largo de una ponencia o sesión de formación, entre ellos:
- Historias
- Dinámicas participativas
- Videos u otros recursos visuales
Todos los anteriores requieren versiones extendidas…y las tendrán.
En el episodio número 7 del podcast de Presento, en el que hablaba de 8 consejos prácticos al hablar en público con elementos técnicos, se mencionaba uno que es mágico a la hora de captar la atención inmediata de tu audiencia.
Apaga el proyector en momentos clave
Está es la manera más simple y efectiva de recuperar toda la atención del público y canalizarla a ti como ponente.
Cuando usas proyecciones, y dependiendo de la cantidad de estímulos visuales que contengan (sobre todo texto), una parte del público estará prestando atención a tu presentación y no tanto a ti.
Y si tu mensaje en ese momento es relevante, no quieres que esto ocurra, por eso son los momentos en los que es más efectivo apagar el proyector y centrar la atención en ti.
Mejor que lo veas con tus propios ojos.
En la siguiente (hilarante) ponencia, el presentador usa una proyección que constantemente está mostrando, y supone que el público lea en gran parte de ella.
Sin embargo, en el minuto 7:57, puedes observar cómo ha pagado la pantalla, y toda la atención recae sobre él.
Es muy gráfico ver cómo la atención está centrada en él, ya que en el momento que dice; …si recibes un mail que comienza así.
En ese momento, la cámara enfoca a la audiencia, muestra una diapositiva, y todos giran repèntinamente la cabeza hacia el proyector.
Eso quiere decir que toda la atención estaba centrada en él, desde que había apagado el proyector.
¿Imaginas lo que podrías hacer con toda la atención del público centrada en ti?
Puedes alimentar tu imaginación con algunas propuestas en las que apagar repentinamente el proyector y centrar la atención de la audiencia en ti es especialmente efectivo:
- Antes de empezar a contar una historia
- Al lanzar tu llamada a la acción
- Al explicar un ejercicio
¿Cómo?
Estás de suerte, porque técnicamente es muy sencillo de ejecutar, ya que tienes al menos 3 alternativas.
1- Con un pasadiapositivas
Muchos pasadiapositivas tienen un botón que automáticamente apaga la pantalla y la deja en blanco.
Click, y punto.
2- Con el teclado
Los software para hacer presentaciones, también tienen atajos para lo anterior.
Para dejar la pantalla en blanco:
, o el punto.
Para dejar la pantalla en negro.
, o la coma.
3- Introduciendo una diapositiva blanca o negra
Quizás la opción más sencilla es introducir diapositivas en blanco o negro intercaladas con tu contenido.
De esta forma, al clickar en pasar diapositiva, la pantalla quedará en ese color automáticamente, la atención se centrará en ti, y comenzará la magia.
Pocos recursos tan efectivos
Para hacer presentaciones de forma efectiva, existe técnica y práctica, pero de tanto en cuanto algunos trucos se muestran especialmente útiles, y hacen que la audiencia perciba que aquél que está en el escenario sabe lo que hace.
El truco anterior es de los que lucha por el podium de la efectividad, con lo que es interesante que lo metas en tu mochila y lo pruebes en tu siguiente presentación.
Por cierto, hemos llegado a nuestro destino, que tengas una feliz estancia.