El que te propongo hoy es un ejercicio paradójico e incluso algo tramposo.
Simplificar siempre es peligroso, pero en este caso voy a arriesgar porque creo que reflexionar sobre cómo es, o puede ser, la audiencia a la que le hablas cuando hablas en público, puede servirte para construirte un estado mental saludable y realista respecto a la experiencia de comunicar.
Digo paradójico porque creo que la idea más real sobre cómo es un grupo de personas que escucha a otra, se parece más una sencilla idea:
Cada persona somos un mundo, y punto.
Así que partamos de ese acuerdo, simplificaré desde mi experiencia o desde lo que he aprendido de otros ponentes. Ellos, ellas y yo hemos jugado a hacer simple lo complejo, pero con suerte ha servido a un buen fin.
Las 8 características generales de tu audiencia que aprenderás son:
- Personas parecidas a veces actúan de forma distinta.
- El público no sabe lo que no le cuentas.
- El público está a tu favor.
- Hay personas no expresivas que puede que estén disfrutando de tu charla.
- El público quiere divertirse.
- Quizás sepan menos de lo que crees.
- Cada persona es ella y sus circunstancias.
- Cada persona tiene diferentes formas de prestar atención.