¿Te has planteado alguna vez que podrías caer en argumentos falaces habitualmente?
No porque quieras hacerlo, ya que una de las características de este tipo de errores de razonamiento es que pueden usarse deliberademente o sin intención.
¿Has pensado también en la respercusión que una falacia puede tener al usarla hablando en público?
Para que eso no ocurra, en este episodio conocerás 5 falacias que pueden afectarte al hacer presentaciones.
Experimento
Hoy te propongo que generes un diario de falacias, para descubrir lo abundantes, o no, que son estos errores de razonamiento.
Crea una nota en tu móvil o una hoja en tu agenda en la que vayas anotando aquellas que creas que has detectado.
¿Dónde buscarlas?
Me temo que no voy a ser nada original:
- Discursos de políticos que escuches o leas.
- Debates coloquiales entre amigos.
- Una persona a la que escuches defender un argumento.
Cuando pasen unos días, analiza lo anotado y piensa la relación que puede tener cada una de esas falacias con tus intervenciones cuando hables en público.
Idea de valor
Utilizar argumentos falaces es más común de lo que creemos, y es aún más peligroso caer en ello al hablar en público, por las consecuencias para tu credibilidad que tiene.
Ahora ya conoces un puñado de falacias que debes vigilar bien, recuerda:
- Post hoc ergo propter hoc
- Ad hominem
- Ad verecundiam
- Ad baculum
- Falsa analogía
Y recuerda que pueden afectarte al hablar en público de muchas formas.
- Una cita de una dudosa fuente.
- Criticar una idea o aceptarla solo porque viene de alguna persona en concreto.
- Relacionar ideas creando analogías poco adecuadas.
Trabaja tu pensamiento crítico para poner en duda incluso aquello que tú digas, de hecho, hazlo sobre todo con aquello que tú digas.