Maestro de ceremonias, que solemne suena ¿verdad?
Seguro que cada vez que lo escuchas te viene a la mente alguna boda en la que estuviste, la gala de los Oscar o los raperos del Bronx.
Lo curioso, y fascinante, es que ese sinónimo de presentador, bebe en realidad de todo lo anterior.
En el mundo del espectáculo es habitual esta figura, que desde el circo, hasta la entrega de unos premios o en un programa de televisión, se encarga de conducir un acto, sirviendo de nexo entre sucesos, y amenizando las transiciones.
El origen de esta función, sin embargo, se remonta a una época nada contemporánea, y un contexto, quizás, algo alejado del espectáculo.
La denominación emana un aroma tan eclesiástico de los maestros de ceremonias católicos que documentados desde el siglo V, son los miembros de la corte papal que se encargan de que los rituales que involucran al Papa, fluyan de forma adecuada.
Y hablando de flow, es inevitable hablar de MC´s (master of ceremonies) hoy en día, sin hablar de los maestros de la palabra urbana, los raperos, que junto a los DJ´s (disc jockey) dan forma a un género que nace y tiene sentido desde la creación de letras…y de la presentación de eventos.
El término MC, hoy en día ha derivado en una denominación para cualquier rapero que canta, sin embargo, en los orígenes de este estilo musical, el maestro de ceremonias fue así etiquetado, porque era la persona que introducía a los dj´s y amenizaba sus sesiones.
El arte y gracia de estos presentadores fue haciéndoles ganar presencia en los escenarios hasta que eclipsaron paulatinamente a los DJ´s, de forma que pensar en rap hoy en día es asumir que hablamos de alguien con un micro en la mano, es decir, un MC.
Hasta dónde puedes llegar como maestro de ceremonias
Quizás te ayude de algo conocer la historia de la palabra maestro de ceremonias el día que te propongan presentar un evento, pero también necesitarás algo más, que dependerá del contexto en el que te toque desarrollar tu función.
En mi experiencia, si no te dedicas profesionalmente al mundo del espectáculo, lo habitual es que te ofrezcan presentar un evento “porque no hay nadie más”, “tienes mucha labia” o “al resto nos da pánico subirnos a un escenario”.
En resumen, situaciones en eventos laborales, de asociaciones o grupos, en los que posiblemente no te paguen por hacer de maestro de ceremonias, y donde tu actuación depende de lo mucho, o poco, que te la prepares.
Pero no te subestimes, nunca sabes a donde te pueden llevar tus dotes con el micro…
Mi historia precisamente es esa, la de haber hecho de maestro de ceremonias en multitud de sesiones y eventos de Toastmasters, y que un día todo ese conocimiento lo utilizara para hacer de presentador en un evento, profesionalmente.
Sea cuál sea tu punto de partida y de destino como presentador, seguro que te vienen bien…
7 consejos para hacer de maestro de ceremonias…y triunfar en el intento
1- Investiga y conoce a los ponentes de antemano
Si tienes que presentar a alguien, lo mejor es que sepas de quién estás hablando.
Hoy en día es muy sencillo hacer búsquedas en internet, rastrear perfiles de LinkedIn y otras redes sociales, o visitar el blog que pueda tener un ponente que presentarás.
Todo ello sin haber cruzado un mail o llamada con esa persona y en pocos minutos.
Seguro que te ha ocurrido lo siguiente alguna vez:
Sigues a alguien en redes sociales desde hace tiempo y al cabo de un tiempo te encuentras a esa persona por la calle, ella no te conoce, pero en cuanto la miras, piensas; ¡Hombre! si esta es…
Esa familiaridad es la que te interesa generar respecto a las personas que te toquen presentar.
De esta forma, el día que llegues a la sala, mirarás a la persona, y aunque sea la primera vez que le diriges la palabra, tendrás la sensación de saber de quién se trata, y eso, a la hora de presentarla se notará.
2- Llega con mucho tiempo a la sala
Si llegar a un evento con tiempo cuando eres ponente es vital, en el caso de que te toque ser el maestro de ceremonias es obligatorio.
El listado de cosas a preparar, y por lo tanto las que pueden generar imprevistos, es tan extenso, que solo el hecho de que estés presente te asegura que al menos tendrás información de primera mano de lo que ocurre.
Como maestro de ceremonias debes asegurarte de que todo saldrá según el plan previsto, y si no es el caso, debes ser quién plantee, acepte o ejecute cambios, y ello requiere todo el margen de maniobra del que puedas disponer.
Además, quizás haya que hacer pruebas de última hora, incluso con los ponentes presentes, para lo que es necesario que estés presente, como es lógico.
Debes imaginarte como la persona que recibirá a esos ponentes, aquel que llega primero y está esperándoles para saludarles y transmitirles toda la información respecto al desarrollo de los acontecimientos.
Otras tantas razones hacen de este consejo quizás el más relevante de todos los que leerás sobre el arte de presentar eventos, con lo que, en serio…llega a tiempo.
3- Explica a los ponentes lo que ocurrirá
Esto va de la mano del punto anterior, pero tiene que ver con la relación que generarás con los ponentes.
En esa relación, tiene que evidenciarse que tú eres el lider, un lider de los buenos, de los que está en todo momento al servicio de los ponentes.
Tu posición como lider implica conocer más información que tus ponentes, quienes deben saber lo justo para no añadir carga a sus nervios previos, pero no lo suficientemente poco como para que improvisen en algún momento crucial, por ejemplo, cuando estés presentándoles.
Por eficiencia, es recomendable hacer un briefing (una pequeña reunión) con todos los ponentes, al menos unas horas antes, en el que les explicarás o recordarás; cuál será la secuencia de presentaciones, el orden de intervención, el tiempo disponible y otros tantos extras.
Uno de esos extras a modo de tips; puedes pedirles que cuando subas al escenario para abrir el evento, sean quienes comiencen a aplaudirte, para que el resto del público deje de hablar y aplauda a su vez.
4- Hazte amigo de los técnicos
Este es un consejo tan clásico como cierto, que puede marcar la diferencia más de lo que parece.
De todo hay en esta vida, pero en mi experiencia, los técnicos a los que me he acercado con una sonrisa para presentarme, han resultado ser gente de lo más amable, no sé si como resultado de mi sonrisa o de que son buena gente, pero prefiero no hacer experimentos la próxima vez.
Los elementos técnicos en un evento, son aquello que la gente no percibe si funcionan, pero que parecen tener una alarma de incendios integrada cuando fallan.
En un evento con microfonía, si esta deja de funcionar, es difícil que la persona en el escenario siga hablando. Si debe proyectarse un video, si este no entra, el ponente pone cara de poker y comienza a mirar al fondo de la sala casi buscando a Dios, más que al técnico.
Esas y un millón de incidencias, son las que solventan los técnicos, por eso los quieres en tu barco remando contigo.
Para ello, presentate al llegar, muestrales la importancia que tienen y explicales la secuencia que tienes pensada para las presentaciones; primero abro con una pequeña intervención, luego presento al primer ponente, luego le doy la mano en el escenario, bajo…
Que el técnico valide esa secuencia y te diga cómo procederá. ¿Regulará él mismo el sonido de tu micro, o debes preocuparte de silenciarlo tú entre ponente y ponente? por ejemplo.
Todas esas triquiñuelas y conjuros de estos magos de los aparatos, son las que necesitas a favor de tu causa, y llevarte bien con ellos es el camino para convencerles de que tu causa vale la pena.
5- Ensaya, sobre todo la apertura y el cierre
Puede parecer que un maestro de ceremonias simplemente lee notas al presentar, pero nada más lejos de la realidad.
Las notas son un apoyo, que permite no tenerse que memorizar fechas o datos técnicos, asegurando que no hay errores en la presentación de una persona.
Sin embargo, si te ciñes a leer, de principio a fin de tu intervención como maestro de ceremonias, se perderá todo el dinamismo y fluidez de la intervención.
Por ello es tan relevante que ensayes las parte fundamentales, que son la apertura y el cierre.
Esas partes deben estar preparadas como para que no tengas que consultar las notas mientras hablas, de esta forma, el público verá natural que al de un tiempo hablando las consultes, por entender que consultas simplemente datos concretos.
6- Acomoda tu vestimenta a la audiencia y el evento
Un clásico en las dudas existenciales del presentador que tiene que elegir él mismo la ropa que ponerse.
La teoría habla de buscar el término medio de la vestimenta de la audiencia y acomodarse a ella, de forma que en una presentación solemne, los Goya por ejemplo, hasta los más irreverentes se ponen de etiqueta si el público también lo ha hecho.
Pero si presentas un festival en el que asistirán YouTubers de 15 a 20 años, vestirte de traje está tan fuera de lugar como que aparezcas vestido de esquimal.
Esa misma teoría habla de que es mejor pecar de exceso que de defecto.
Es decir, si crees que la audiencia irá de traje, y tú apareces de traje, si está finalmente viste elegante pero no de traje, de alguna forma verán natural tu vestimenta. Sin embargo, si decides vestir con un polo mientras que el público va de traje, esa inconsistencia entre uno y otros se supone que juega en tu contra.
Honestamente, cumpliendo los mínimos, creo que es más relevante lo que hagas y digas, que lo que vistas, a pesar de lo cual, estoy convencido de que la forma de vestir con la que subes a un escenario también comunica.
Por ejemplo, me habrás visto en la foto del inicio con una camiseta, y es que ese evento era informal y divulgativo, en el que había niños entre el público, y la propia organización me dio una camiseta del evento para salir con ella, lo cual me pareció consistente y acorde con la audiencia que se esperaba.
Lo mejor si tienes cualquier duda; preguntar a la organización.
7- Utiliza algún hilo conductor
Llegará el momento en el que tengas que hablar y presentar a los ponentes, al fin y al cabo para eso te han llamado.
Aquí entra en juego el arte y las preferencias de cada persona, pero creo que crear un hilo conductor común del evento es interesante para hilar la intervención de cada ponente con las anteriores y no parezcan “islas”.
De esta forma, cada vez que presentes a un ponente, puedes recuperar el concepto, idea o metáfora que haga de nexo entre todos y personalizarlo con los rasgos de la persona presentada.
En el evento que estoy usando como ejemplo, mi elección fue la de hablar de puentes, ya que se trataba de un evento de divulgación cientifica, y me parecia interesante la metáfora que simbolizaba el conocimiento que pasaba de “los que saben” a “los que escuchan”.
De esa forma, iba hablando de esos puentes cada vez que presentaba a una ponente:
MC, es el momento de que cojas el micro y me cuentes:
¿Qué dudas o inquietudes te surgen cuando tienes que hacer de maestro de ceremonias?
Juan López
Por favor quisiera saber el orden o guión completo q hace un maestro en una bodas de plata
Xabi Del Campo
Hola Juan,
Creo que te vendrá genial esto:
Preparar un discurso para una boda, con plantilla incluida
Un saludo,
Xabi